domingo, 12 de junio de 2011

Un pueblo que creció a pesar de las crisis (Publicado en Los Andes - 2005)





Miguel Títiro
En una mirada rápida, Rodeo del Medio, el pueblo del Este de Maipú, a 12 kilómetros de la ciudad cabecera, luce como una zona pujante, con grandes extensiones cultivadas, importantes colegios y el maravilloso Santuario de María Auxiliadora, en el corazón del radio urbanizado.


Claro, no es todo, también hay contrastes marcados: barrios muy humildes y familias con carencias muy grandes, que las acercan a la línea de la pobreza.


El pueblo es antiguo, con familias muy arraigadas, que pronto se reunirán, junto con las camadas de habitantes más recientes, para recordar a las figuras del distrito, que poseen el rango de “fundadores”: Lucila Barrionuevo de Bombal, el teniente general Rufino Ortega, ex gobernador provincial, y el sacerdote Aquiles Pedrolini. A los dos primeros se les debe la donación de vastas extensiones de terreno para fundar el pueblo, y por Lucila nació la devoción mariana y la construcción del Santuario, entre otras grandes obras. El religioso delineó el sector urbano con calles y diagonales, a imitación de la entonces moderna ciudad de La Plata.


Los jóvenes de muchos rincones de la provincia tienen como opción irse de sus terruños. En el caso de la vieja “posta” de la época de los unitarios y federales, muchos adolescentes confiesan que quedarse es un proyecto. Así lo reconoció María Martínez (20), hija de bolivianos, para quien además de permanecer en el pago, es una meta superar “el drama de mis padres”, que apenas saben leer y escribir.


En la escuela secundaria Juan Isidro Maza, las alumnas Yessica Ríos (17); Viviana Placibis (16) y Yanel León  (16), coinciden en que les agrada la gente de la zona. “Nos gustaría que hubiese un hospital y más posibilidades para hacer cosas en cultura y diversión”.


Estos adolescentes quieren hacer cosas, impulsar proyectos, como hicieron hace 19 años los entonces jóvenes que resistieron la demolición de la Casa Bombal y crearon el Centro Cultural Rodeo del Medio, hoy un orgullo desde el punto de vista histórico-cultural.


Rubén Peruzzi, con muchos más, encabezó esa patriada, que no se pudo repetir, lamentablemente, para defender la valiosa Casa de las Bóvedas o de los Molina, que languidece año a año en el límite con General Ortega.


Además, la gente es solidaria: un buen ejemplo es el cabo Juan Domingo Ponce, quien fuera de servicio hace el control de entrada y salida de los chicos que concurren a la escuela Kennedy, sin que nadie se lo pida.


La profesora de Arte Liliana Cué comenta que “afortunadamente hay aquí suficientes establecimientos de nivel primario, secundario y terciarios para formar jóvenes”. Los modos habituales de educación, una tecnicatura o la carrera universitaria, para recibirse de licenciado en la Facultad de Enología, son variantes posibles.


De la misma idea es la maestra Rosa Calanoce (54), coordinadora del libro “Jaula de papel”, sobre la historia local, próximo a aparecer. Rescata el progreso que han aportado los colegios María Auxiliadora, Don Bosco y el Instituto de Rodeo del Medio.


Lo urbanístico


Al trazado urbano de pueblo antiguo, le sientan bien las remodelaciones en el centro, donde, entre otras obras, se realizó una vistosa entrada en doble vía.


También revalorizan lo urbanístico las mejoras concretadas en el barrio 25 de Mayo, un asentamiento muy problemático en el pasado, que ahora busca su promoción, de la mano de gente muy humilde y trabajadora, que contrasta con algunos focos de individuos con más de vándalos que de vecinos.


Hacia el Este, en las cercanías con Beltrán, un toque moderno lo otorga el barrio privado Los Solares. Y como el Santuario es el lugar de más fuerte pertenencia de la población, la gente reclama la concreción del arreglo de su campanario. 

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