miércoles, 8 de junio de 2011

Producción de la escuela vitivinicola Don Bosco, La mano de Dios ayuda (publicado en Clarin.com - 2004)


Bodega

 En Rodeo del Medio, Mendoza, se encuentra la escuela vitivinícola Don Bosco, la primera institución argentina que se ocupó de la enseñanza de la olivicultura, y la única de toda América Latina que tiene una facultad de enología e industria frutihortícola. Fue fundada en 1901 y hoy cuenta con casi 1.200 alumnos. Su director, el sacerdote salesiano Eduardo Giorda, calcula que un 80 % de los enólogos y otros profesionales de las bodegas de la zona son egresados de esta facultad y muchos trabajan en las principales firmas del exterior.
¿Por qué se decidió crear este tipo de escuela?
—Desde el inicio, como estaba fundada en medio de fincas, viñas y olivares, tuvo las características propias de un servicio a los hijos de las familias que trabajaban la tierra. Además, Lucila Barrionuevo de Bombal, quien fue la donante de las tierras, había incluido algunas hectáreas de viña y la bodega familiar. Por lo que uno de los salesianos, el misionero italiano Pablo Robotti, que tenía su título en agricultura, comenzó inmediatamente la cosecha de la uva y la elaboración de vinos y del vino de Misa con la colaboración de los alumnos.
¿Los alumnos son de la zona?
—La mayoría, del departamento de Maipú, al que pertenece Rodeo del Medio, pero una gran parte llega del oeste: Capital, Las Heras, Godoy Cruz, Luján y, sobre todo, de Guaymallén; y del este: San Martín, Junín y Rivadavia. En la facultad tenemos alumnos de casi todas las provincias argentinas y sorprende que también vengan del exterior, como Brasil, Uruguay, Bolivia y Chile.
¿Qué productos elaboran?
—De los viñedos se elaboran variedades de vinos y el característico Vino Licoroso de Misa. De los olivares, el aceite de oliva y diversas variedades de aceitunas. De los frutales, dulces de membrillo, ciruela, pera, durazno y otros. De las hortalizas (ajo, cebolla, tomate, verduras de hoja), la salsa de tomate y encurtidos. También tenemos panales por lo que producimos miel, polen, propóleo, y una granja de gallinas ponedoras de huevos que vendemos.
¿Todo se comercializa?
—La Obra abarca un sector productivo, trabajado por personal y obreros en 46 hectáreas de finca y bodega, y otro sector didáctico, en el que a contra turno, los docentes dan clases en dos hectáreas dedicadas a prácticas en la fábrica de dulces, encurtidos, etcétera. El aprendizaje implica una didáctica de la producción, de la elaboración y de la comercialización. Salvo los productos que hacen a una explícita investigación, todos los demás se comercializan. La marca ”Don Bosco” o ”Escuela Vitivinícola Don Bosco” es sinónimo de calidad, porque es escuela. Todos los productos son genuinos.
¿Cómo se puede evangelizar a través de esta industria?
—La vid, la viña y el vino tiene una larga tradición en la historia de la humanidad ligada a lo religioso, sagrado y cultual. En época de globalización neoliberal y posmodernidad, los salesianos salimos al ruedo del mercado con un producto que recupera valores perdidos; en primer lugar valores religiosos, pero también valores humanos como la honradez, la solidaridad, la calidad, el valor del trabajo y del esfuerzo.
Es una forma de transmitir la fe con hechos y no con palabras. La fe cristiana se expresa con valores, y todo el personal de la escuela tiene que mostrar que no hay dicotomía entre la fe y la vida, entre amar a Dios y a los demás, entre rezar y trabajar, entre familia, escuela y calle, entre ganarse la vida y ser honestos.
Por otra parte, el contacto con la naturaleza transmite ”naturalmente” una serie de actitudes y de valores propios como la admiración por el Dios creador, la cultura del trabajo, el sentido de equipo, el bien común, el respeto al medio ambiente, la tenacidad, la paciencia. Estas cosas sólo se aprenden haciendo.
María Montero

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